Última modificación: 2018-02-04
Resumen
La construcción de configuraciones idiosincráticas ha sido un objetivo de las literaturas nacionales en Latinoamérica desde el tiempo de los centenarios. Sea porque se trata de escrituras realizadas por encargo, sea porque la propia relación dialéctica entre arte y sociedad (desde una postura adorniana) necesariamente implica una incidencia mutua, puede rastrearse, a través de las poéticas propias de los autores de un país, la conformación del ser nacional –historizado–. En este caso, se contempla la poesía de cuatro escritores chilenos (Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Enrique Lihn y José Ángel Cuevas) para rastrear en ella la chilenización constante de la chilenidad, teniendo en cuenta factores sociopolíticos insoslayables como el paso de la concepción progresista de los años sesenta al nefasto retorno del conservadorismo encarnado por el golpe de estado de Augusto Pinochet. Si en Neruda y Mistral se da la reivindicación del pasado prehispánico, en la estética de Lihn esto aparecerá funcionando como denuncia, no como posibilidad de cambio sino como prohibición y asesinato de la identidad. José Ángel Cuevas construirá su poética partiendo desde esta denuncia, pero en un tono descriptivo y detallado que reivindica no ya el pasado prehispánico sino a quienes sufrieron bajo el régimen de Pinochet.