Los medios de comunicación transmiten un discurso que contribuye a generar identidades sociales. Mediante este discurso se coloca a ciertos grupos en una situación de supuesta inferioridad en comparación con el resto de la sociedad. Los jóvenes que viven en situación de pobreza forman parte de esos grupos, ya que suelen ser representados por los medios como “pibes chorros”. Sin embargo, esta construcción no concuerda con el discurso de dichos jóvenes. Por ello, desde el marco teórico del Análisis Crítico del Discurso (ACD) y a través de una metodología cualitativa, este trabajo analiza lingüísticamente las representaciones discursivas que los jóvenes pobres tienen de sí y las que sobre ellos construyen los medios de comunicación. El corpus se compone de historias de vida y de noticieros televisivos y los métodos utilizados para el análisis son: el sincrónico-diacrónico de análisis lingüístico de textos (Pardo 2008a, en prensa) y las teorías de la jerarquización de la información (Pardo 1996, en prensa), de la tonalización (Pardo 1992, en prensa; Lavandera, 1985), de los roles temáticos (Halliday 2004) y el método de análisis multimodal (D´Angelo, 2007a, 2007b).

Debido a que los medios generan un efecto de verosimilitud que sirve como validación de lo real y, así, mediatizan la vida social, resulta pertinente estudiar comparativamente los discursos mencionados, ya que para crear este efecto se le da espacio a ciertas voces mientras que otras son silenciadas.