En las crónicas seleccionadas, el sujeto de la enunciación construye un lugar singular de percepción y reflexión que da cuenta de una categoría anticanónica de sujeto, que trasciende la de “letrado” predominante hasta entonces. Se trata de la imagen de “hombre de arte”, como se autorrepresentaba el mismo Darío, que implica una perspectiva diferente, una mirada de artista, que tamiza los objetos y las situaciones percibidas y representadas, incluso las más disímiles y ajenas a esa esfera. En consecuencia, en las crónicas seleccionadas para nuestro estudio, Darío reúne y hace dialogar dos facetas a menudo disonantes pero igualmente características de la modernidad del entresiglo pasado, que resumiremos en dos palabras que sintetizan la ostentación espectacular de la modernidad del fin-de-siècle: arte e industria. En el trabajo que nos proponemos, nuestro objetivo es analizar la omnipresencia del sujeto cronista en estos textos que escribió para el diario porteño. Es decir, apuntamos a ver cómo se establece esta construcción desde diversos procedimientos retóricos. Para ello elegimos dos crónicas que se construyen textualmente de distinto modo, colaborando con ello dos imágenes parisinas diferentes: la ciudad industrializada y la ciudad histórica.