Última modificación: 2018-02-04
Resumen
Dentro del contexto del Nuevo Cine Argentino, Lucrecia Martel amerita un reconocimiento especial. Desde las primeras obras como directora –que datan de década del 80– su cine se destaca por su aguda lectura de la disfuncionalidad que permea el medio nacional en la era globalizada. Este fenómeno continúa en su obra más reciente –Mujer sin cabeza (2008)– cuyo enfoque en la inconsciente e indiferente actuación diaria de las clases sociales muestra la sordidez e indiferencia social de la nación globalizada.
Debido a su agudo análisis social en Mujer sin cabeza, por ende, Martel propone una nueva conciencia social en relación con la sociedad. Es ese sentido, ella se inserta en la “Huella Profunda” del naturalismo hispanoamericano, el cual opera como metanarrativa contradiscursiva en plena yuxtaposición a la ideología (neo)liberal hegemónica que caracteriza la era de la globalización (Spicer-Escalante 2010).