En este trabajo nos proponemos analizar de qué manera la Literatura infantil argentina ha representado a niños y niñas víctimas de la pobreza en el período que se extiende desde el año 2000 a la actualidad. “La emergencia de la problemática de la niñez en la calle es resultado de los procesos de empobrecimiento económico-social, del aumento del desempleo y ajuste, que [condujeron] a la explosión de la pobreza infantil como fenómeno estructural durante la década de 1990” (Carli, 2006: 26). En libros destinados a niños como Hugo tiene hambre de Silvia Schujer o Sopa de estrellas de Mercedes Pérez Saabi, las técnicas de narración elegidas (narrador, focalización, imágenes) tal vez no resultan adecuadas para la asimilación en la literatura del niño histórico real. Las resoluciones presentadas (en estos casos para el tema del hambre) pueden ser pensadas como “suavizadoras” de la situación en favor del público infantil receptor y, por esto mismo, débiles ante la posibilidad de construir otras representaciones sobre la niñez marginada, que escapen a las que genera el mismo sistema que ha llevado al empobrecimiento infantil y que se inscriban en la capacidad crítica que posee la literatura en tanto arte.