Última modificación: 2018-02-04
Resumen
La narrativa del escritor chileno Antonio Gil (1954) se caracteriza por una indagación persistente en el pasado que no solo cuestiona las imágenes a partir de las cuales dicho pasado se ha perpetuado, sino también los soportes que se han utilizado para ello, especialmente el lenguaje y las narrativas que sobre él se construyen. Esto no se lleva a cabo mediante un diálogo abierto y polémico con la historiografía, como ocurre en muchas novelas sobre el pasado en igual período, sino mediante opciones narrativas concretas. En este trabajo me propongo analizar su última novela Cielo de serpientes (2008) desde esta perspectiva. En ella es llamativa la opción de disponer los capítulos como si fueran los nudos de un quipu y la elección de espacios-tiempo en los que habitan dispositivos del pasado como las momias de altura de los apus cordilleranos. De esta manera la reflexión acerca del pasado se presenta desde una lógica diferente que se despliega en un lenguaje neobarroco, y que en última instancia plantea preguntas sobre la naturaleza del tiempo, los registros disponibles sobre el pasado y los valores que la memoria asume.