Última modificación: 2018-02-04
Resumen
En toda sociedad existen tabúes lingüísticos: temas prohibidos, censurados o, simplemente, de los que se prefiere no hablar por temor a ser reprendido por el simple acto de hacerlo (Ducrot, 1972; Lavandera, 1986). Sin embargo, puede ocurrir que, en determinadas circunstancias, haya razones considerables que exijan el tratamiento de alguno de estos temas.
La sexualidad es una práctica que pertenece netamente al ámbito privado. Es por ello que su manifestación discursiva en terrenos públicos no puede sino estar atravesada por conflictos y contradicciones. En octubre de 2006, se sancionó en la Argentina la Ley 26.150, que establece la obligatoriedad de la enseñanza de educación sexual en todas las instituciones educativas del país, ya sea de gestión estatal o privada, tanto en el nivel inicial como en el primario y el secundario. A partir de este hecho, el tema de la sexualidad pasó a ocupar un lugar primordial en la agenda pública (Raiter, 2002), tanto en la esfera política como en los medios masivos de comunicación.
Sin embargo, la puesta en escena de discursos sobre sexualidad no implica necesariamente la pérdida de su condición de tabú: el lenguaje provee de una serie de recursos que permiten a los hablantes expresarse de un modo vago, ambiguo, poco preciso, hecho que facilita al locutor la posibilidad de desligarse de la responsabilidad sobre lo enunciado (Ducrot, 1984).
En este trabajo, nos proponemos analizar, con herramientas del Análisis del Discurso, cómo es presentado el tema de la sexualidad en esta ley. Analizaremos, específicamente, el manual para docentes del nivel secundario. Centraremos nuestra atención en el estudio de la modalidad, con el objetivo de develar qué estrategias discursivas son empleadas para el tratamiento de este tema y, así, establecer si su manifestación en manuales escolares contribuye a superar su carácter tabú o, por el contrario, constituye un nuevo mecanismo de ocultamiento del tema.