Última modificación: 2018-02-04
Resumen
La Modernidad le dio preponderancia a nociones tales como “razón”, “totalidad”, “homogeneidad”, “objetividad”. Centrándonos específicamente en la noción de totalidad, podemos decir que esta fue pensada como una noción “cerrada”, “homogénea”, en otras palabras como un “fundamento”. A partir de Nietzsche estas diferentes nociones han sido puestas en sospecha. Deleuze, circunscripto a la crítica nietzscheana de la Modernidad y partiendo de Bergson, plantea que la totalidad no puede ser pensada ni como cerrada, ni como homogénea, ni mucho menos como un fundamento; la totalidad es siempre abierta. Siguiendo este camino y el que plantea Blanchot sobre la escritura nietzscheana –una escritura que empieza por desembarazarse del todo, de la Unidad, una escritura que pierde el respeto por el todo– consideramos que el fragmento, o una lógica del fragmento, permite romper o desplazar (dicho con palabras deleuzianas) las lógicas dicotómicas, los modos de un pensar homogéneo. Nuestro trabajo se propone transitar algunos textos de Gilles Deleuze para rastrear nociones u operaciones teórico-analíticas (“línea de fuga”, “minoridad”, “rizoma”) que sirvan como disparadores para pensar el fragmento. Se intenta reflexionar sobre el fragmento en su trabajo de ruptura y en su relación con una noción de totalidad abierta y descentrada que no tiende hacia una unidad.