Última modificación: 2018-02-04
Resumen
Encontramos en la literatura argentina contemporánea la irrupción de ciertas subjetividades marginales que transitan espacios sociales en los cuales se configuran diversos marcos de legalidad; las tensiones entre el centro y la periferia, y la peculiaridad de las fronteras, esta zona de mezcla, transferencia y amalgama de la que surge lo nuevo.
Schlögel define la frontera como “lugar natal de lo originario y los originales, de lo híbrido considerado superior”. [En el espacio leemos el tiempo, p. 146]
En las fronteras la violencia aparece siempre atravesada por marcos de interpretación y decodificación de las reglas que regulan las prácticas de los sujetos. Ciertas zonas marginales configuran un espacio “afuera” de la Ley escrita. La violencia es la consecuencia necesaria cuando se transgrede la legalidad marginal o cuando diferentes sujetos sostienen interpretaciones antagónicas de un código comunal.
Žižek habla de reglas sociales implícitas para dar cuenta de una legalidad no dicha, un resto social oculto y obsceno que regula ciertas prácticas de los sujetos en las que la Ley escrita queda suspendida. [La suspensión política de la ética, p. 8]
Para Agamben el espacio político moderno conlleva un paradigma oculto, un estado de excepción en el que el hombre es concebido fuera del Estado de Derecho y en función del cual se definen los marcos de la legalidad. [Homo Sacer, El poder soberano y la nuda vida, p. 19]
Lanús de Sergio Olguín, Vivir afuera de Rodolfo Fogwill y Cómo desaparecer completamente de Enriquez proponen diversas formas de representación de estos procesos de exclusión/inclusión en función de los cuales se configura la legalidad de los espacios sociales.