La literatura latina del siglo II d. C. sufrió transformaciones importantes en relación a sus precedentes sobre todo en concepciones vinculadas a los valores culturales y educativos. En algunos conceptos centrales como la humanitas y curiositas se aprecia el modo en que, a partir de nuevas vías de acceso al conocimiento y de la ampliación de la instrucción formal, se (re)produce el saber.

En esta coyuntura nos interesa trabajar con la figura del enunciador, identificado con Aulo Gelio, en torno al establecimiento de una definición del propio cuerpo a partir de la alteridad. En particular indagaremos en la cuestión de qué se entiende por dehonestamentus corporis como un mal contrario a la naturaleza que degrada y se contagia, y qué por morbus corporis como impedimentos perpetuos. En relación a los capítulos específicos que dan cuenta de estas cuestiones en Noctes Atticae, se hará hincapié en el uso y la función de la metáfora como recurso para nombrar y delimitar la construcción de la corporeidad romana y como procedimiento que revela los valores negativos asociados a lo que está al márgen de dicho dispositivo que en última instancia se fundamentan en un resguardo de la identidad de la sociedad romana imperial.