Eventos Académicos, IV Congreso Internacional de Letras

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La emergencia de lo antipoético, expoético o extrapoético en América Latina: Nicanor Parra, Augusto de Campos y Leónidas Lamborghini en los años 50
Gerardo Jorge

Última modificación: 2018-02-04

Resumen


Recientemente, un poeta argentino dijo en una charla informal que “prácticamente todo es antipoesía” hoy en América Latina. La afirmación echa luz sobre una suerte de acuerdo que existe en el presente respecto de lo que se llama poesía en ese contexto. Decir que “todo es antipoesía” equivale a señalar un signo extendido sobre la producción latinoamericana, mediante la referencia a un punto inaugural ubicado casi sesenta años atrás, cuando dicho término fue introducido por Nicanor Parra. Pero, por otro lado, y sobre todo, este enunciado remite a una idea de la amplitud del campo de lo que se entiende como poesía hoy día. Es decir, no se designa particularmente ya una relación con la antipoesía “de Parra”, sino con un proceso histórico en las letras, del cual la llamada antipoesía se erigió como un signo característico. Lo referido, en rigor, es cierta ampliación o difuminación de los límites de especificidad de lo llamado “poético”, algo que por otra parte apareció como preocupación recientemente en un texto del poeta neobarroco Héctor Aldo Píccoli, titulado “Manifiesto Fractal”, donde este afirmó que “no existe en este momento un arte más absolutamente falto de identidad que la poesía. Literalmente, cualquier cosa puede serlo” (Píccoli, 2007), y vinculó el comienzo de dicha “prosificación” o pérdida de límites a la “antipoesía de los años sesenta”. Todo es antipoesía, entonces, equivale a decir que casi nada es (solo) “poesía” o (solo) “poético” hoy, o que casi nada se lee ni produce a partir de las coordenadas de un algo que se llamaría “lo poético”; que hay un campo ampliado, y que lo poético y lo antipoético han mantenido un juego de fuerzas en la historia, que resultó –al día de hoy– en una cierta ampliación del campo de la actividad poética. Ahora bien, como resulta de esta breve relación, el problema del sentido y referencia de términos como “poético” y “antipoético” en este contexto es lo que resulta un interrogante definitorio (aun cuando estos hoy resulten de uso común) para comprender los procesos históricos que supusieron los cambios en las estéticas de la poesía latinoamericana de las últimas décadas. El examen del surgimiento de una serie de estéticas que plantearon enfáticamente un imaginario y práctica de lo “anti” o “no poético” en los años 50, puede proporcionar una entrada para conceptualizar, a futuro, esta idea de lo “no poético” y su lugar en la poesía latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX.


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