Última modificación: 2018-02-06
Resumen
El gran logro del escritor Gabriel Casaccia en La babosa no se limita a que esta novela cale hondo en ciertos sectores de la realidad paraguaya (la dicotomía entre el campo y la ciudad, la vida de los pequeños pueblos, la precariedad económica del campesinado o la circulación de la cultura, la religión y la superstición), tal como proponen algunos críticos paraguayos en la actualidad. Es verdad que el trabajo de estos ha consistido en rescatar la valiosa obra de Casaccia de las acusaciones que recibió en el momento de su publicación, tildado de antipatria porque no orientaba su universo ficcional a la idealización de “lo paraguayo” como quería la literatura oficial, tardorromántica y conservadora. Pero es así como la mayor virtud, aquello que vuelve destacable una novela como La babosa (que quedó afuera del boom de manera incomprensible), es para aquellos críticos una mera cuestión de oposición. Contra las acusaciones, la escritura de Casaccia estaría al servicio de describir el espíritu de frustración, resignación y pesimismo que caracterizarían a la sociedad paraguaya. Es decir que la discusión resulta evidentemente limitada a la descripción de “lo paraguayo” (en este caso con signo contrario, negativo) y a la precisión sobre si está mal descripto porque el Paraguay es un lugar ideal, o bien descripto porque se trata de un lugar mezquino.
En el presente trabajo se discutirán algunas de las afirmaciones de la reciente crítica paraguaya con el objetivo de demostrar que no es la esencia de una sociedad plasmada en la novela lo que vuelve magnífica a La babosa, sino la construcción de una sociedad, o más particularmente, la construcción de los personajes de la novela, la caracterización y la aproximación psicológica a aquellos personajes, que revela una dimensión humana, bastante más allá de la referencialidad nacional.