El rendimiento académico incluye la comprensión de las especificidades que requiere la lectura disciplinar (Cisneros Estupiñan 2008). En filosofía se ejercitan diversas modalidades de lectura, que requieren desde el reconocimiento de los principales argumentos expresados en un escrito hasta la identificación de la coherencia lógica de un texto o autor. Por este motivo, la lectura es una dimensión intrínseca al proceso de formación filosófica en el grado. Sin embargo, no suele ser reconocida como un campo problemático que demande una reflexión didáctica especial (Carlino 2003). Esta investigación busca explorar las estrategias de lectura proporcionadas a los estudiantes de filosofía de la FFyL de la UBA con base en un relevamiento de campo. Se busca determinar cómo y en qué sentido el sujeto en formación se incorpora al discurso específico de la carrera, dando cuenta de dificultades propias y estrategias de superación de las mismas. La investigación se realiza en base a entrevistas a docentes y mediante el análisis de material didáctico elaborado por las cátedras. Los resultados sugieren, por un lado, que los docentes siguen una concepción lógico-argumentativa de la lectura pero, aduciendo a veces no querer prescribir las diversas posibilidades de acceso a los textos, no suelen ofrecer andamiajes específicos que les permitan a los estudiantes desarrollar sus propias estrategias de manera creativa. Por otro lado, aun cuando se ofrecen dichos andamiajes, los docentes expresan dudas sobre el alcance de dichas herramientas didácticas. El interés por conocer las prácticas docentes habituales en la carrera de Filosofía abre así el juego a la pregunta por los fundamentos didácticos que aquellas suponen.