Una antología literaria es una producción discursiva que revela las controversias por el reconocimiento y estimación de sujetos cuyas obras se consideran –o esperan ser consideradas– aportes importantes para la cultura, parte de la tradición o del ‘canon’ nacional (y, cuando no, universal) ya sea por su valor estético, identitario, ideológico, etc. Las instituciones académicas y los sujetos que pertenecen a ellas suelen ser quienes compilan las obras contenidas en una antología; asimismo, el valor atribuible a las producciones de la cultura cambia conforme pasa el tiempo, producto de las luchas y renovaciones en los diferentes ámbitos de la cultura y la sociedad. Hoy, con mayor fuerza pero aún restringida circulación, obras literarias e intelectuales de mujeres transitan por el espacio cultural; en nuestro caso, obras literarias de mujeres argentinas.

Atenderemos al Prólogo de la antología Damas de letras (cuentos de escritoras argentinas del siglo XX) de la compiladora María Moreno (1998). Creemos que presenta, en su entramado textual, un aspecto de las luchas por contrarrestar la fuerza simbólica de ciertos estereotipos y representaciones de la figura de la mujer en el campo literario e intelectual argentino, que restringen la incorporación de producciones femeninas al canon literario nacional.

Moreno, como agente social, pone en juego en su Prólogo estrategias de resistencia y subversión a los paradigmas dominantes –fuertemente patriarcales– que rigen el campo literario e intelectual argentino. Así construye su ‘saber’ dentro de éste, movimiento por el que se autolegitima como agente competente para proponer este recorte particular, al mismo tiempo que le permite traer al foro obras y escritoras que constituyen un “abanico de registros […] organizados por una mano lúdica” (Moreno 1998) que configuran su ‘hacer’: la recuperación de la producción literaria e intelectual de determinadas escritoras argentinas contemporáneas que ha sido desestimada o invisibilizada.