La psicolingüística y la neurolingüística se valen de numerosas técnicas para investigar el conocimiento lingüístico de los hablantes y para formular hipótesis sobre la forma de almacenamiento y de procesamiento del lenguaje. Una de estas técnicas es el monitoreo de movimientos oculares.

El monitoreo de movimientos oculares permite obtener evidencia precisa temporal y espacialmente acerca del procesamiento, de manera on-line (es decir, mientras los estímulos se están procesando). A través del monitoreo de movimientos oculares se puede obtener, a partir del análisis de dónde y cuándo se fija la mirada, un gran número de medidas dependientes que se pueden considerar individualmente o en combinación.

Respecto de la morfología, el monitoreo de movimientos oculares resulta una técnica eficaz ya que permite estudiar el procesamiento de la palabra morfológicamente compleja en contexto, y no aisladamente, además de, como ya se mencionó, permitir el análisis on-line.

En este trabajo se analizará, en primer lugar, la pertinencia de la metodología del monitoreo de movimientos oculares para el estudio del lenguaje y, puntualmente, de la morfología, y se expondrán las variables que se tienen en cuenta en el estudio de la morfología a través de esta técnica. En segundo lugar, se presentarán brevemente el diseño y los resultados de un experimento que estudió la morfología regular e irregular a través de esta metodología. Se sostendrá la hipótesis de que el monitoreo de movimientos oculares resulta una técnica eficaz para el estudio del lenguaje en general y de la morfología, en particular, y se buscará probar esto a partir de los resultados obtenidos en un experimento que se realizó a través de esta técnica.