Última modificación: 2018-02-07
Resumen
Nelson (2010) señala que el desarrollo narrativo de los niños se presenta como una experiencia en la cual los sujetos exploran en busca de significados el mundo social, cultural y físico en colaboración con otros, los adultos. En este sentido, la narración es una herramienta fundamental para interpretar y organizar la experiencia. Rosemberg, Silva & Stein (2009) retoman a Nelson (1996) y señalan que las narraciones infantiles no sólo son una forma de intercambio comunicativo, sino también un esquema cognitivo: una de las primeras y más importantes formas en que se configuran el pensamiento y la memoria. Es importante tener en cuenta que no es la interacción en sí misma la que tiene un impacto positivo en el desarrollo cognitivo de los sujetos sino las estrategias de interacción que se implementan en el marco de la misma (Snow 1972, 1983; Bruner 1973, 1977; Nelson 1977; Rosemberg & Silva 2009).
Rosember & Silva (2009) sostienen que en el intercambio adulto/niño, el adulto colabora con el discurso del niño al tomar su comentario o emisión previa de manera semánticamente contingente. Al retomar la emisión, el adulto la reestructura tanto a nivel sintagmático al corregir la presentación del orden de los constituyentes, como a nivel paradigmático al focalizar en la selección de los componentes léxicos. De este modo, el adulto aplica, entre otros, movimientos de reestructuración y reformulación que le proporcionan al niño nueva información que puede incorporar en su propia producción y de este modo acercarla a la producción adulta.
En este trabajo se seleccionarán y analizarán fragmentos de interacciones que tuvieron lugar durante rondas de intercambio en Sala de 3 y Sala de 5 de una escuela privada de nivel socioeconómico medio de la ciudad autónoma de Buenos Aires.