Se dice que la Web no es la biblioteca universal que imaginara Borges, pero se le parece bastante. Internet ofrece muchos de los recursos bibliográficos con que debe contar un profesor de literatura: libros digitales, tanto de literatura como de estudio y crítica; revistas electrónicas, reseñas literarias en periódicos, en blogs, etc., mucho más de lo que uno puede encontrar en las librerías, bibliotecas, etc. (pero, obviamente, en diferente soporte). Por su lenguaje, estos recursos se distinguen por la lectura a que convocan, por los lectores a los que parecen dirigirse: desde eruditos y especialistas a quienes no tienen una formación específica en literatura. Pero hay un tipo de reseña o comentario que se encuentra sobradamente en la Web y no es tan fácil de encontrar fuera de ella. Me refiero a los pequeños comentarios sobre libros, homenajes a escritores, recomendaciones de lecturas, etc., que salpican los blogs, los foros, las redes sociales, que brindan pantallazos que iluminan tanto la literatura como la identidad de los usuarios, y que usualmente no resultan de interés para especialistas.

Se trata de nuevos espacios de intervención que se deben a la accesibilidad sin límites de la Web. Lejos de nosotros el entendimiento de que Internet se resume en la frase “hecho social alucinatorio” que “aniquila la facultad de encuentro”. Creemos que las opiniones no detienen el avance de los cambios culturales: nos sentimos interpelados para asumir una actitud crítica desprejuiciada, teniendo en cuenta el crecimiento exponencial de estas nuevas tecnologías y su alcance –difícil, que no imposible, de captar para quienes no somos nativos digitales. Procuraremos analizar estas nuevas opciones, intentando tomar en cuenta las argumentaciones propuestas, la subjetividad y los vínculos sociales que se infieren de ellas, dado que instauran nuevas prácticas en el espacio literario.