Eventos Académicos, V Congreso Internacional de Letras

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Dos ojos y fantasmas
Franca Maccioni

Última modificación: 2018-02-11

Resumen


Uno de los primeros post del año 2013 publicados por Martín Rodríguez en su blog http://revolucion-tinta-limon.blogspot.com.ar) tematiza sobre las vacaciones, el mar, la familia y los recuerdos de infancia que inevitablemente se cuelan en la repetición de espacios de veraneo. Como en muchos de sus otros escritos, la intervención desarrolla en paralelo la fábula de una historia familiar con los cambios políticosociales de una generación, una época y una nación. Hasta que en un momento afirma con la decisión del deseo: “Tuve eso. Quiero eso para mi hijo. Arena espesa de playa y los breves paraísos de una naturaleza artificial cuyos mensajes no dicen ‘hay que volver a la naturaleza’, dicen: ‘hay que crear otra’”. En este trabajo es ese gesto, que opera no por retorno o añoranza sino por creación, el que me interesa pensar en Vapor, uno de sus primero libros de poesía publicado. Gesto semejante al de aquellos hombres desarrollistas que, como leemos en el post, fundaron esos pueblos costeros argentinos allí donde todavía no había nada; hombres –escribe Rodríguez– que “vieron lo que hay que ver en el vacío: posibilidades”. Así, del blog al libro y de la playa a la lengua podemos trasladar la pregunta por la posibilidad de crear una naturaleza nueva en el lenguaje y de instaurar en el presente del poema un vacío colmado de posibilidades aún por desarrollar. Aunque para ello quizás haga falta un rodeo, entrar de la mano de la lectura de otros poetas y autores en los que resuena este intento.


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