Última modificación: 2018-02-11
Resumen
Ricardo Piglia ha desarrollado en su producción crítica innovaciones al género del ensayo, que consisten tanto en transformaciones de la forma habitual del género como en sus relaciones con alguna clase de verdad.
En cuanto a su forma, los artículos de Crítica y Ficción, Formas Breves y El último lector escapan a la configuración usual del ensayo crítico. Crítica y Ficción está constituido mayoritariamente por entrevistas y Formas Breves incluye textos narrativos que plantean escenas conectadas de diversas formas con problemas críticos… En El Último Lector el desplazamiento conduce al género del informe etnográfico.
Por otra parte, el estatuto tradicional del ensayo en relación con alguna clase de verdad que se intente explorar –ya sea del asunto tratado o del proceso de la subjetividad que lo despliega– se ve cuestionado por Piglia mediante la utilización de estrategias ficcionales en la construcción de la mayoría de esos textos críticos. En el caso específico de Formas breves, hay dos estrategias transversales a la obra pigliana que acercan estos textos a la ficción narrativa: la del secreto y la de la ficción autobiográfica, que reemplaza a la exposición de la subjetividad que un ensayista pone habitualmente en juego en el proceso de formación de la red singular que un ensayo construye.
En síntesis, el juego que Piglia plantea, que abarca crítica y ficción, se engloba en una concepción de la traducción-falsificación, en la que la crítica además de hibridarse en sus formas genéricas, se ficcionaliza al tratar a los conceptos como personajes, y al armar escenas pensadas en función del efecto que se produce en el dispositivo general de enunciación que incluye también a la obra “ficcional”. En ese contexto, la producción crítica busca más bien una cierta verosimilitud que se traduzca en efecto “estético”, antes que cualquier verdad teórica o crítica.