La crónica propone, según la teorización que se va desarrollando como correlato del crecimiento de su relevancia social, pactos de lectura, reglas compositivas, un uso del lenguaje, una relación particular con las figuras de narrador que le darían una especificidad en relación con los textos que se definen como “puramente” de ficción. Su consolidación dentro del sistema de los géneros literarios actuales determina nuevas delimitaciones entre los géneros y también nuevas zonas de intersección. En este trabajo, se analizan estas zonas de intersección a partir de la hipótesis general de que se produce un desplazamiento de los pactos de lectura y rasgos textuales de la crónica hacia el terreno de la ficción. Utilizaremos como corpus de análisis tres libros de edición reciente, uno específicamente de crónicas, Visto y oído, de Hebe Uhart, y dos que en principio se presentan como de ficción: los cuentos de Señora grande, de José Fraguas, y los de Extranjeras, de Pía Bouzas.