Las autodenominadas “novelas del carnaval” de Pitol se revelan con un carácter premonitorio. Sus figuras paródicas se presentan como pronosticadoras de un nuevo modelo: en ellas se cifra el retrato de las sociedades del presente desgarradas por la caída inminente del capitalismo. A partir de estas nociones profundizaremos dentro de los relatos al hallazgo de los hilos de la destrucción, de la desintegración, de la degradación, de la autoparodia, del sinsentido en el que se transforman las instituciones públicas. La comunicación será llevada adelante a partir de dos ejes yuxtapuestos: por un lado, la cuestión central del tema cultural y el advenimiento de los nuevos paradigmas, esto es, la degeneración, el enmascaramiento, la transgresión o tergiversación de las instituciones establecidas por el proyecto racionalizador condicionadas fuertemente por la dominación del sistema capitalista y el mundo posmoderno (entre otras el matrimonio, las sociedades de beneficencia, las academias de altos estudios, los organismos gubernamentales, los rituales religiosos, los personajes conspicuos). Por otro lado, se hará hincapié en el modo de construcción literaria y en el empleo de diversos procedimientos narrativos (teatralidad, juego, imposibilidad de rebeldía de los personajes, animalización) y su función solidaria con el tema central. En suma, se mostrará de qué modo los personajes funcionan no ya como una deformación de sus correspondencias con la realidad social contemporánea, en todo caso hablaremos de una especie de filtro, de gran lupa que presenta un retrato cruel pero no menos verosímil que el real. Allí radica el acto premonitorio de Pitol: el proceso de carnavalización pierde el rastro de su origen al pasar del plano artístico al plano del mundo real. Como si se tratase de una especie de bidet ideológico, las novelas ponen de manifiesto la composición de los años venideros.