Última modificación: 2018-02-17
Resumen
Deudora de la retórica clásica, la categoría de ethos discursivo, en tanto imagen de sí que el enunciador construye en su discurso, ha ocupado desde los años ochenta un lugar cada vez más importante. En este trabajo nos proponemos confrontar la operatividad de dicha categoría en relación con nuestra investigación sobre los fenómenos que conciernen a la risa, dentro de los cuales nos hemos ocupado de diferenciar los discursos cómicos y humorísticos. Es nuestra hipótesis que, aunque construidos sobre la base de lo irrisorio, es decir, de aquello que deliberadamente se diferencia de lo que se considera serio, la imagen de enunciador que estos dos tipos discursivos construyen es completamente opuesta. Mientras que el ethos cómico hace ostensible su superioridad frente a aquello de lo que se ríe, el ethos humorístico se prohíbe tomarse a sí mismo en serio con lo cual cuestiona incluso su inscripción como sujeto en aquello que enuncia. Paradójicamente, esta configuración le permite al sujeto humorístico erigirse triunfador frente a una realidad que él mismo exhibe como catastrófica; de allí que podamos afirmar, junto con Freud, que el humor no es resignado, es opositor. En nuestro caso, intentaremos no sólo poner a prueba nuestras consideraciones particulares sobre el ethos, sino que además nos ocuparemos de indagar el alcance de dicha categoría en discursos no verbales, como el humor gráfico o las historietas cómicas y humorísticas.