Última modificación: 2018-02-17
Resumen
Desde que su nombre cobró notoriedad internacional en la década del sesenta, Alejo Carpentier no cesó de promover sus ideas sobre la nueva novela latinoamericana. Esta visión incluía a su vez una autocrítica, dado que Carpentier solía renegar de su primera novela, ¡Écue-Yamba-Ó! (1927-1933), a la que consideró un intento fallido de juventud, un libro de principiante superado por los siguientes. Carpentier daba a entender así que su obra novelística tenía dos comienzos, uno fallido y otro acertado, y que El reino de este mundo (1949), la novela prologada por el manifiesto de “lo real maravilloso americano”, sería el inicio correcto, allí donde se instauraban los auténticos principios de su proyecto narrativo. Pero ¿en qué medida esos principios eran deudores de su primera novela? ¿De qué renegaba exactamente Carpentier cuando acusaba a ¡Écue- Yamba-Ó! de superficialidad?
Esta comunicación retorna a esos “principios” de Carpentier para analizar qué cambio se produce entre aquella primera novela y la segunda, El reino de este mundo, ambas de tema negro. Prestaremos especial atención a las críticas realizadas por Juan Marinello en 1937, ya que según nuestra hipótesis la reseña de Marinello permite comprender en qué dirección irá Carpentier a partir de los cuarenta, cuando emprenda el proyecto novelístico americanista.