Última modificación: 2018-02-17
Resumen
En la segunda oratio de De lege agraria, Cicerón se dirige al populus utilizando en su discurso el metus como estrategia retórico-argumentativa fundamental para persuadir a su auditorio de que rechace la ley propuesta por el tribuno de la plebe Rulo. Esta política del miedo –tema cuya actualidad en la sociedad moderna es innegable– es, como afirma Kapust (2008: 357) “a powerful persuasive tool, planting in one´s audience a potent stimulus for action”. A partir de la apelación al metus, Cicerón crea una atmósfera de peligro en la cual Rulo representa una amenaza. Frente a esto, el orator procura mostrar su figura de manera diametralmente opuesta a la del tribuno, perfilándose como un verdadero “consul popularis”, apto para defender los intereses del populus. Como argumento fuertemente convincente, resalta en su discurso el hecho de que esta ley pondría en peligro la identidad de la República tal como se la conoce y que sólo traería la vuelta de la monarquía al territorio romano, lo que pondría en riesgo el statu quo a través de la limitación de la libertas. A su vez, como otro argumento funcional a su objetivo, recurre a la mera descalificación de su adversario, demonizando su figura e intenciones. En este trabajo se buscará analizar 1) el discurso asociado a la política del miedo y la efectividad de su uso como herramienta argumentativa, 2) la configuración del adversario como un enemigo peligroso que pretende perturbar a la República y limitar la libertad y 3) cómo el propio Cicerón, infundiendo miedo en su auditorio y desprestigiando a su adversario, procura construir su figura de héroe que asume la responsabilidad de salvaguardar los intereses de la República y configurarse a sí mismo como el único capaz de asegurar la concordia.