Última modificación: 2018-01-27
Resumen
En las lenguas europeas occidentales, los adverbios, construcciones prepositivas o cláusulas relacionadas con ellos parecen quedar habilitados para redirigir su significado hacia nociones de índole más abstracta que las circunstancias de los acontecimientos, al reinterpretarse como circunstancias de la enunciación. Así, advertimos un deslizamiento semántico-pragmático para ciertos usos de en principio: desde la noción básica de localización hacia la indicación de un posicionamiento modal del que habla.
Según el DRAE, es una locución adverbial “para referirse a lo que provisionalmente se acepta o acoge en esencia, sin que haya entera conformidad en la forma o los detalles” (2001, p. 1834). Con interpretación epistémica (Montolío, 2003), en principio consolida, por trayectoria metonímica, desde su origen temporal, la manifestación del debilitamiento argumentativo (Montolío, 2010). Fuentes Rodríguez (2009) caracteriza a en principio, en el nivel informativo, como un operador de provisionalidad; en el de la modalidad, como marca de cautela; y en el argumentativo, como de operatividad que puede suspenderse. Asimismo, García Negroni (2011) propone que el uso de en principio muestra, en la dinámica discursiva, a un sujeto desdoblado, en actitud de alerta y de control, que intenta dominar su discurso.
A partir del análisis de un cuerpo de datos, dentro de un enfoque cognitivofuncional, estableceremos el vínculo entre el contenido léxico original de la construcción y su dimensión evidencial, acompañado por ciertas marcas gramaticales. Por ejemplo, en “Rodríguez, de 47 años, fue encontrado muerto anoche […]. En principio, todas las hipótesis apuntan a que se trataría de un suicidio, aunque aún no se conocieron detalles del informe forense” (La Nación, 25.03.2014), el empleo de en principio, pragmaticalizado (Traugott 2007), introduce un enunciado cuyo contenido deviene del razonamiento inferencial del locutor, sobre una parte de la información.