Última modificación: 2018-01-27
Resumen
Nuestro trabajo toma como punto de partida el libro de Arthur Danto Después del fin del arte. También abordaremos los conceptos de arte e imitación de Gadamer y la idea del arte dionisíaco de Nietzsche.
Danto sitúa el fin del arte en 1984, entre otros motivos, porque se rompe con la idea de la mímesis como paradigma teórico de las artes visuales. Nuestro objeto de estudio es el proyecto estético del surrealismo, nos planteamos las siguientes preguntas de investigación: qué es el arte surrealista y qué tipo de belleza propone.
De acuerdo con la periodización de Danto, ubicamos al surrealismo literario dentro del arte histórico tomando como referencia las fechas en las que Breton escribe el Primer y Segundo Manifiesto Surrealista, 1924 y 1929 respectivamente. Este movimiento pone en crisis el concepto de mímesis y postula al arte como experiencia subjetiva. En este punto se centra nuestra hipótesis: el surrealismo se anticipa al arte no objetual moderno, al que hace referencia Gadamer, dado que la distancia entre el objeto y el arte se anula.
Sostenemos que hasta el momento en que Danto sitúa la posthistoria – después de 1984- al arte se le ha pedido que fuera reconocible para el lector/consumidor de la misma. Esta forma de arte respondía al paradigma mimético y tenía fines edificantes para la sociedad. Si bien el surrealismo literario forma parte de la historia del arte, notamos que se anticipa a varias de las premisas del arte post histórico: rompe con el concepto de mímesis, busca la provocación, el extrañamiento y propone al arte como una experiencia subjetiva. Esa vinculación con la provocación y con la ruptura es lo que caracteriza al Surrealismo como un tipo de arte dionisíaco en términos de Nietzsche, ya que suscribe a la experimentación y el juego como principios constitutivos de la obra de arte.