El trabajo se propone establecer un breve itinerario que enlace algunos momentos claves en la construcción de las “figuras de poeta” asumidas por Rubén Darío a partir de 1888 -fecha de publicación de Azul...-, y de las oscilaciones y desplazamientos de esta figura en función del “proyecto cultural” dariano (Arellano 1993) hasta los primeros años de su estancia en Buenos Aires. En el marco del proceso de “modernización literaria” latinoamericana (Rama 1983a), signado por la incipiente profesionalización del escritor en tensión con la búsqueda de una mayor autonomía para el sistema literario continental (Rama 1983b, Ramos 1989, Montaldo 1994), el análisis de las distintas “imágenes de escritor”, “máscaras” y “poses” asumidas por los autores finiseculares (Gramuglio 1992, Rama 1985, Molloy 2012) nos permite dar cuenta de los distintos conflictos y movimientos de acomodación que debieron efectuar en relación a las singularidades del contexto sociohistórico y cultural. La hipótesis de esta investigación propone que, en el caso particular de Darío, las torsiones de sus “figuras de poeta” durante este período se dan en consonancia con las distintas etapas de su programa intelectual -de renovación de la lengua y consolidación de una estética primero, de expansión de ese proyecto después- y en diálogo -conflictivo, tortuoso, pero no exento de identificaciones parciales y de anhelos de cooptación- con un sujeto colectivo que, en el momento histórico de su consolidación y proliferación, encarna y concentra los valores de la época: el burgués. Para indagar estos problemas, proponemos analizar una serie de textos en prosa del poeta nicaragüense que consideramos significativos para el abordaje de estas tensiones: el cuento “El Rey Burgués” (1888) y las crónicas “Historia de un sobretodo” (1892) y “El Salón” (1895).