El lenguaje de las ciencias sociales y humanas ha sido caracterizado por la lingüística sistémico-funcional como un discurso altamente especializado, con características gramaticales propias tales como el uso de metáforas gramaticales y términos técnicos para construir el campo y el flujo de la información así como el establecimiento de relaciones causales al interior de las cláusulas. Uno de los objetivos centrales de la formación superior es que el alumno universitario se apropie progresivamente de ese discurso, para lo cual es necesaria la enseñanza e intervención docente. En este sentido, en la Universidad de Flores (UFLO) se implementa un programa mediante el cual un docente especializado en ciencias del lenguaje participa al interior de ciertas materias troncales de la carrera de Psicología en la planificación de tareas de lectura y escritura, asesora a los alumnos en la producción de textos y colabora en la evaluación de los escritos. Con la metodología de la Lingüística Sistémico Funcional, y en el marco de un proyecto de investigación dirigido por Estela Moyano en la misma universidad, se analizará un ejemplo ilustrativo que señala una evolución que va desde el uso de un lenguaje congruente, ligado al sentido común y a la oralidad, con un desconocimiento de los pasos y fases del género discursivo solicitado; a una mayor consciencia de la estructura genérica, una cierta superación de desajustes, y una incipiente adquisición de un lenguaje menos congruente, más abstracto, y con algunas características léxicogramaticales propias del discurso disciplinar, lenguaje que, sin embargo, estos alumnos no dominan.