Última modificación: 2018-01-27
Resumen
En el exilio de Domingo F. Sarmiento en Chile, durante el segundo gobierno de Rosas (1835-1852), el diarismo se impone a la escritura como la forma de promover y generar las condiciones necesarias para el advenimiento de la civilización. En este sentido, la crítica sarmientina en el periódico apunta a una traducción de la cultura europea al suelo sudamericano. Aun no existe el espacio para la literatura nacional, porque primero se debe combatir al Otro instalando en el medio de lo Propio: la barbarie, condición telúrica de la sociedad que acecha y encanta a la vez. Sin embargo, lo bárbaro llega también desde Europa, a través de libretos teatrales que acarrean rastros del monstruo romántico. Los horrores de algunas representaciones dramáticas tensan una frontera lábil entre el terror y el humor, y la presentación de lo irracional, irreal e inmoral se exhibe para generar su contrario; lo monstruoso, de este modo, hace visible lo condenable.
Las entregas del folletín sobre la vida de fray Félix Aldao y Facundo Quiroga en el diario El Progreso, intercaladas con sus reseñas teatrales y sus artículos políticos, articulan la experiencia de Sarmiento en la escena cultural chilena. El Fraile déspota, la Sombra- Terrible-de-Facundo y la Esfinge-Rosas encarnan figuraciones góticas que en el teatro confunden los límites entre realidad y ficción. De este modo, lo enigmático del folletín, como investigación literaria y política, connota el poder fantasmal y fantástico de la representación. La propuesta del análisis es indagar las relaciones entre Aldao, Facundo y la crítica teatral, a partir de una lectura que interprete el enclave gótico de estos textos en función de una búsqueda de lo literario por venir en la escritura de Sarmiento.