Última modificación: 2018-01-27
Resumen
En este trabajo nos proponemos reflexionar sobre el estatuto de la ficción en las narraciones de crimen de uno escritores de los más populares de la Ilustración tardía en lengua alemana, A. G. Meißner (1753-1807). En el prólogo a los dos últimos tomos de la tercera edición de sus Skizzen [Esbozos] (1792), que compilan casi todas sus Kriminalgeschichten, este denuncia las mistificaciones de las obras basadas en la imaginación y la invención; además, asegura haber evitado potenciar “la efectividad” de sus historias mediante un “tratamiento más arbitrario” y haber excluido toda “falsificación” de la verdad (Meißner, 2004, p. 9). El autor establece así un pacto de lectura de acuerdo con el cual la presunta veracidad de lo narrado –pretendidamente basado en casos criminales reales, de los que dice haber tomado conocimiento a través de actas auténticas o de informantes fiables– funciona como garantía de su utilidad moral, en sintonía con la tendencia de una época en la que las formas breves en prosa se mantienen aún ligadas al didactismo moralizante y la ficción no suele ser admitida abiertamente.