Última modificación: 2018-01-27
Resumen
A pesar de que usualmente los estudios de la traducción, en su pugna contra el pretendidamente irrevocable modelo de la transparencia de la lengua y la fidelidad absoluta a un «original», han favorecido un modelo donde el sentido es trasgredido en favor de un textualidad discontinua; la labor traductora, así como las más reconocidas traducciones, se mueven en un espacio que no adhiere definitivamente a ninguno de los dos modelos. Afirmados en la certeza de que la traducción funciona como un prisma en el que una obra se preserva pero también se amplifica, deforma o incluso es reinterpretada, el siguiente trabajo se propone pensar el lugar de la labor del traductor en la Argentina de mediados del siglo pasado, a través de una de sus figuras más prominentes: Enrique Pezzoni y la más emblemática y polémica de sus traducciones, la de la novela Lolita de Vladimir Nabokov, editada por Sur.