En este trabajo analizaré la novela Glaxo de Hernán Ronsino a partir del concepto de semiosfera de Iuri Lotman y de los conceptos de poliglotismo cultural y frontera para pensar al texto artístico literario como un elemento fundamental de la cultura que pone en circulación y re-define permanentemente la memoria social. Intentaré dar cuenta de cómo a partir de una tragedia particular en un pueblo de la provincia de Buenos Aires se puede pensar y “leer” otra tragedia que tiene que ver con el devenir histórico y cultural de nuestro país. En tanto dispositivos pensantes, los textos artísticos tienen memoria y esta puede entenderse en un sentido generador y productivo. La memoria en Glaxo tiene un papel preponderante porque contribuye a pensar nuestra identidad nacional y a desmontar ciertos discursos enraizados que fueron impuestos en la década de los 90, entendida como la década del olvido sistemático. La tragedia particular, circunscripta al ámbito de un pueblo del interior nos lleva a desplazar la mirada hacia la situación macro de nuestro país y nuestra historia: el texto artístico permite leer y reconstruir la cultura. Esta novela, este texto artístico, hurga en el pasado, y en la cultura del pasado, para pensarnos y repensarnos como sociedad. Según Lotman, la historia es un texto y cuando entra a la literatura ésta se reescribe de otra manera y da cuenta de un modelo de mundo. La representación textual es una representación social. En Glaxo circulan textos de la cultura diversos que muestran el espesor mnemónico y políglota de los textos artísticos y que se ensamblan para modelizar una visión de mundo, en el marco de un sistema cultural complejo. Estos se relacionan a modo de red y urden una trama particular en la ficción que intentaré rastrear en esta lectura.