Uno de los objetivos fundamentales de la actualidad es promover el cambio metodológico en la Enseñanza Superior. Los importantes cambios sociales, culturales, políticos y económicos acontecidos desde fines del SXX impactan sobre la docencia universitaria, cuestionando las prácticas de enseñanza basadas en la transmisión de información y orientando el foco de atención hacia un modelo centrado en el aprendizaje del estudiante y en la formación de profesionales con un alto sentido de responsabilidad social.

Instaurar espacios de reflexión sobre las prácticas de enseñanza universitarias supone un largo proceso de revisión conceptual y de reestructuración cultural. Muchos docentes consideran la exigencia de formación pedagógica como un proceso de burocratización didáctica devenida de las políticas gubernamentales para el mejoramiento de la calidad educativa. La vocación y la experiencia no alcanzan para ejercer la docencia universitaria, se requiere además de una formación pedagógica sistemática. Esto lleva a impulsar un proceso de renovación de la metodología que habitualmente se viene utilizando en la enseñanza universitaria. Frente al paradigma tradicional que centra el eje de la enseñanza sobre la tarea del profesor, el sistema pedagógico que la Universidad Abierta Interamericana postula promueve una teoría basada en el supuesto de que sólo se logra un aprendizaje eficaz cuando es el propio alumno el que asume la responsabilidad en la organización y desarrollo de su trabajo académico. Aceptar este principio supone enfocar los procesos de enseñanza desde una perspectiva distinta a la actual ya que el centro de la actividad pasa del profesor al estudiante. El sistema pedagógico que la UAI postula entiende a la enseñanza como un sistema de acciones docentes cuyo propósito es incentivar el aprendizaje de los alumnos, respetando su integridad intelectual y su capacidad de juicio independiente. Se lleva a cabo empleando diversas estrategias que se adecuarán según las características de los alumnos, los objetivos buscados y los recursos disponibles.

La actualización, pensada en este sentido, debe instrumentarse en los docentes para que su formación académica sea la que responda con mayor rigor científico a las diferentes temáticas abordadas en los proyectos áulicos.