Eventos Académicos, I Jornadas Nacionales Espacios, afectos y nuevas formas de lo cotidiano. Debates teóricos y representaciones literarias

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Ritmos de la cotidianeidad: algunas aproximaciones teóricas
Vera Helena Jacovkis

Última modificación: 2021-08-06

Resumen


Es posible identificar dos polos en tensión en la vida cotidiana, señala Maurice Blanchot: el de lo tedioso, lo sórdido, lo estancado, y el de lo inagotable, lo que escapa a las estructuras, lo que está siempre en movimiento; la vida cotidiana es a la vez siempre igual, repetitiva, y al mismo tiempo es aquello que no puede no cambiar. El ritmo se postula entonces, en tanto repetición, como aquello que entraña a su vez inevitablemente el cambio. El objetivo del presente trabajo es relevar algunas aproximaciones teóricas a la noción de ritmo, en el marco de los estudios sobre la cotidianeidad, para explorar de qué modo en este concepto, central en la configuración del día a día, se articulan lo público y lo privado, lo social y lo individual, lo propio y lo ajeno.

Para Lefebvre, determinados elementos funcionan como puntos de referencia que sirven para regular el ritmo, el tempo de la vida; son cadencia que se incorporan y se naturalizan: movimientos mecánicos, de máquinas y de humanos, repeticiones cíclicas de fenómenos naturales; en este sentido, la regularidad de los cuerpos se pone en relación con la de la sociedad en general, el “cuerpo social”, y es sobre esa matriz de repetición que se imprime lo nuevo, la diferencia, el evento. Para De Certeau, el orden social supone reglas, jerarquías, prescripciones, dentro de las cuales se mueven los sujetos, y es en los movimientos por fuera de esas regulaciones preestablecidas, en los usos desviados de aquellos proyectados por los productores, donde el autor vislumbra una dimensión lúdica, la posibilidad de una táctica creativa, la posibilidad de resistencia. Roland Barthes, por su parte, presenta el concepto de idiorritmia [idiorrythmie] como la impresión del ritmo de cada uno, personal, sobre el tempo que se establece socialmente. Si todo poder impone una cadencia de vida, de pensamiento, de discurso, el idiorritmo –que Barthes identifica en primera instancia en comunidades monásticas– es aquel ritmo propio que supone una resistencia a esa forma de poder. También para Rita Felski la temporalidad del día a día es la reiteración; si el progreso, la creación, lo nuevo, tienden a identificarse con el universo de lo masculino, lo cíclico, la recurrencia, en cambio, corresponden al universo femenino. La cotidianeidad es entonces el ámbito de lo femenino, ligado a lo doméstico. En este sentido, desde una lectura feminista, la autora procura revalorizar el hábito, lo cíclico, la repetición, como factores centrales en la constitución de la identidad.

Se imbrican así, en estas reflexiones, las cadencias regulares de los fenómenos naturales con los tiempos sociales, el universo del trabajo, el ámbito doméstico y los movimientos y gestos de los cuerpos individuales.


Palabras clave


ritmo; social; individual

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