En los últimos años se han ido publicando distintos trabajos que intentan no sólo ponderar el valor estético de la poética ricotera (o solariana) sino también vindicar a su(s) letrista(s) como pensador(es). De las profundidades semánticas de una discursividad en la que converge lo alusivo y lo figurado, lo autorreferencial y lo histórico, el dúo compositivo Beilinson-Solari emerge como productor de un pensamiento argentino que estila un intrincado simbolismo para cifrar un diagnóstico y un pronóstico del país. Lobo suelto/Cordero atado es una obra publicada en 1993, año en el que el menemato se afianza como gobierno y comienza a mostrar su peor versión. En una coyuntura de creciente desocupación y desmoronamiento institucional, la obra propone y convoca a una reflexión tan lúcida como amarga sobre la naturaleza aparentemente dual del ser argentino. El presente trabajo pretende, recorriendo tanto la dimensión iconográfica de la obra como la textual, llevar a cabo una aproximación filosófica a esa propuesta en el intento de desentrañar el simbolismo de una imaginería que vincula obsesivamente el ámbito de lo humano con el de lo animal.