No parece exagerado afirmar que la mayor parte de los animales mencionados en la literatura española del Siglo de Oro tiene carácter figurado o simbólico. Por eso, para analizar la cultura y las formas de representación de la época, resulta sumamente interesante atender a los significados profundos que se condensan en las menciones del reino animal y deslindar sus implicancias particulares.

Desde un enfoque que atiende los discursos simbólicos vigentes en la Europa de la primera modernidad podemos descubrir cómo se conforman y transmiten los sentidos figurados de ciertos animales omnipresentes en las representaciones artísticas de la época. Pero desde una mirada más atenta a la convivencia entre los hombres y el resto de los animales, es necesario problematizar los quiebres y paradojas que permiten muchas de esas construcciones de sentido, por lo general deudoras de lecturas erradas y antropomorfismos descarados que daban más valor a lo dicho por las autoridades pasadas que a lo descubierto por la experiencia directa. Precisamente la época que estudio es testimonio de un momento de cambio crucial entre la tradición medieval, basada en la autoridad de los textos y la modernidad, que se abría a la experimentación científica.

El presente trabajo procura desplegar estas problemáticas a través del análisis de la figura del pelícano tal como es representado en distintas obras del siglo de oro español (tanto ficcionales como de divulgación de saberes). Se ha elegido esta ave porque encuentra en la época una enorme difusión como símbolo que vehiculiza conceptos muy codificados, pero al mismo tiempo, si bien su figura ya ha dejado de ser por completo desconocida para los españoles contemporáneos, la incongruencia entre su realidad física y la fabulación simbólica es notable y elocuente.