Última modificación: 2019-07-19
Resumen
Drácula de Bram Stoker se enmarca en la Inglaterra de la era victoriana, contexto en donde los estereotipos de género en relación con las mujeres se leen en clave binaria: o son “ángeles o [son] prostitutas” (Guy, 2001: 463, mi traducción). El abordaje de estos clichés en la novela gótica victoriana no se presenta de una manera lineal, puesto que las mujeres allí representadas traspasan los límites de estos dualismos, utilizando el elemento sobrenatural de la vampirización y el efecto ominoso que ello genera (Freud, 1992: 244). La novela irlandesa en cuestión ha encontrado su transposición en el teatro argentino en la obra escrita y dirigida por José Rafael Cibrián Campoy y musicalizada por Ángel Mahler en Drácula, el musical. En ella, al igual que en la novela gótica, las mujeres ocupan un rol central en el conflicto contra el conde de nombre homónimo. De todas maneras, en la transposición argentina se gestan personajes femeninos que suscitan otras lecturas en torno a la (no) vampirización de las figuras correspondientes a este sexo. Este trabajo busca analizar el rol de la mujer, especialmente en lo que respecta a Lucy Westenra y Mina Harker, concebidas como dobles (Freud, 1992: 234), sus conversiones en vampiros, como así también las diferentes caracterizaciones y sus implicancias en torno a la concepción de la mujer en ambas obras.