Última modificación: 2019-07-19
Resumen
Creemos que muchos de los estudios y/o pronunciamientos morales sobre la relación entre lo humano y lo animal no humano, tratan el problema del dominio de lo primero sobre lo segundo desde una perspectiva, todavía, antropocéntrica. Así, son usuales las campañas de concientización sobre la importancia del cuidado de ciertas especies que resultan vitales para la supervivencia de la especie humana o de la vida; o los movimientos que, desde el arte o las leyes, demandan la sujeción de ciertos animales no humanos a la categoría jurídica de “persona”, con el objetivo de garantizarles algunos derechos básicos.
Consideramos, con Ludueña, que detrás de estas aparentes deconstrucciones del primado antropológico subyace escondido un principio antrópico, que sostiene al hombre bien como fin, bien como eslabón de una cadena metafísica superior.
Ante dicho problema nos preguntamos ¿Es posible sostener una crítica a los modos tradicionales en que la humanidad se ha vinculado con la animalidad[1] que no se funde en la razón? ¿Es posible un antiespecismo posthumanista? ¿Es posible tender un puente hacia “otro modo de ser” sin prescribir una ética?
Intentaremos fugar de estas trampas por una vía aishtetica, rodeando esos interrogantes a partir de la relectura de un pasaje de Liliana Bodoc en “La Saga de Los Confines” en que se narra el tránsito de Piukemán de un modo de ser humano a un modo de ser brujo-halcón, desde la perspectiva de la “Ecocrítica Material”.
Tomaremos de dicha perspectiva la idea según la cual aquellas narrativas que permiten explorar y desafiar los límites entre interior y exterior en términos de materialidad y agencia entrelazada son cruciales para incrementar la imaginación moral y ambiental, en tanto restauran nuevas formas de percepción y conceptualización tales como las de: hibridación, cyborización, vibratoriedad de lo no humano, materia entendida como proceso estabilizante y desestabilizante, porosidad de los límites entre lo humano y no humano, materialidad del imaginar e imaginación de la materia, transcorporalidad y entrelazamiento como clave de las configuraciones existenciales.
Según las autoras tales narrativas son empresas de liberación respecto de dualismos, idealismos opresores y de límites perceptivos que impiden que nuestra imaginación moral aprecie la vibrante multiplicidad de lo que hay [Iovinno y Opperman (2018) Ecocrítica Material: Materialidad, agencia y modelos narrativos. Buenos Aires: Pensamiento de los confines, n 31).
[1] Usufructuándola, negándola, dominándola, inspeccionándola.