Última modificación: 2019-07-19
Resumen
Joseph de Maistre, una de las figuras fundamentales del pensamiento contrarrevolucionario, se refiere a menudo a los animales, a los que considera parte de una naturaleza violenta y aniquiladora, definida en clave anti-roussoniana. En las Veladas de San Petersburgo (1821), los animales expresan la violencia de un universo degradado y en desorden, al que se define como un «gabinete natural quebrado por un terremoto». A partir de esas ideas, de Maistre piensa tanto la relación de los animales entre sí como la relación de los animales con el hombre. Dado que el universo es un inmenso altar de sangre, en el cual los animales se matan unos a otros, el hombre está autorizado a degollar al animal y al otro hombre. Se trata pues de una lectura teológica en clave sacrificial, a partir de la cual de Maistre piensa cuestiones tales como la guerra, el verdugo y la violencia revolucionaria. En esta línea conceptual se inscribe la relectura polémica que de Maistre hace de otros textos sobre animales de la tradición (el De Abstinentia de Porfirio, las fábulas de La Fontaine, por ejemplo). Los animales pues, como emblema de una naturaleza destructiva, en la que se fundamenta una cierta ética de la crueldad, y sobre todo el dispositivo sacrificial que exige -en virtud de la doctrina de la sustitución- la sangre de víctimas inocentes.
A partir de estas consideraciones, que exploran la relación que existe en la textualidad demaistriana entre «animalidad» y «violencia sacrificial», esta ponencia intenta reflexionar sobre los modos de representación de la aceleración histórica revolucionaria. Es decir: la figura del animal sacrificable y sacrificado no solamente responde a la necesidad de representar alegóricamente la soberanía divina, sino también al impulso de elaborar ese «sublime revolucionario» que de Maistre vivió tan de cerca, y que amenazaba a los cimientos mismos de su teología.