En la narrativa escritor checo Bohumil Hrabal, la construcción identitaria del sujeto es permeable a distintas lecturas: un sujeto atravesado por lo material, por el proceso histórico, por la soledad y la impostura, por la sumisión a la autoridad e incluso por interrogantes que profundizan y problematizan la existencia. A propósito de lo que denominamos “sujeto hrabaliano”, la traductora y biógrafa Zgustova Monika afirma que “es un collage”. Nuestra tarea en el presente trabajo es analizar la novela Yo que he servido al rey de Inglaterra (1971), sin dejar de mencionar otras como Trenes rigurosamente vigilados (1965) y Una soledad demasiado ruidosa (1976), en relación al eje identidad-materialidad. ¿Qué sucede con el sujeto hrabaliano en el contexto histórico que surge, teniendo en cuenta la guerra, la invasión soviética del 70, las censuras? ¿Hasta dónde lo material influye en la construcción de su individualidad? ¿Es posible encontrar en su narrativa, como su traductora recuerda, un sujet engagé? ¿Comprometido a qué?

En el personaje principal de Yo que he servido…Hrabal confecciona una identidad “fuera de sí misma”, es decir, una identidad cuyo respaldo es externo: el haber servido a otros, siendo su voluntad última ser dueño de un hotel lujoso. No por esto la pluma de Hrabal deja de marcar contradicciones: su escritura crítica nos permite plantear una lectura de un consumismo absurdo y personajes codiciosos como su consecuencia. Tal vez la vivencia de atravesar un escenario histórico vertiginoso y cambiante, contradictorio y violento, nos motiva a pensar un sujeto marcadamente individual, que establece su núcleo identitario en la soledad y el dinero. Observamos en Yo que he servido al rey de Inglaterra una escritura que ondula entre lo riesgoso de las decisiones (tanto individuales como comunitarias) y entre la identidad que no pareciera encontrar un punto firme en un ethos comunal, sino más bien individual.