Notas de invierno sobre impresiones de verano de Fiódor Dostoievski constituye una fenomenal movida en los debates ideológicos acerca de cómo debía ser el desarrollo de Rusia en la segunda mitad del siglo XIX. Dostoievski, utilizando su viaje a Europa como material empírico, desmonta todos los lugares comunes del occidentalismo y desnuda las endebles bases sobre las que se afirma. La pequeña parte constructiva de la obra, la utopía de la comunidad cristiana basada en el amor, se erige como la alternativa necesaria para construir una Rusia orientada a un futuro verdaderamente liberador. Sin embargo, así como Dostoievski alza diversos cargos contra Occidente, otros tantos pueden perfectamente dirigirse contra su crítica y su propuesta.