Última modificación: 2021-09-14
Resumen
A partir de la crisis de 2001 en el constructo de identidades, relatos y referencias que perfundieron al rock, como lexema amplio y en constante transmigración, sus Poéticas mayúsculas-grandes cajas de formaciones discursivas en pugna-, ingresaron en una zona sin-nombre, en un no-lugar sincrónico que modula su matriz discursivas a partir de otros campos. En este sentido, planteamos, desde la publicación de La campana de la división. Escribir sobre las ruinas del rock argentino (Clara Beter, 2021), primera obra del SPERAC, abrir el juego de la fragmentación referencialy simbólica de aquello que en términos de la lingüística diacrónica se llamó “rock” y hoy, contemplando su ruina en el sentido benjaminiano se amplifica en interrogantes por su orientación. ¿Cuáles son las nuevas voces que inundan las plataformas digitales para abrir o cerrar el lexema “rock” como movimiento, como ordenamiento sistematizado de la conducta, como formación dicursiva emergente entre otras voces ajenas a su Historia mayúscula? Y aún más, ¿por qué el sigilo del eterno retorno de una edad dorada anuncia, nuevamente, en bucle, el fin de sus tiempos, de su pertinencia al presente continuo, de su ser arraigado a las luchas objetivas de los movimientos más dinámicos de la sociedad argentina?