En 1940, el escritor ruso Ian Larri envió a Stalin, en forma anónima, una carta acompañada del primer capítulo de una novela de ciencia ficción, El visitante del cielo, obra que proyectaba enviarle en partes al líder soviético. En la presente ponencia daremos a conocer a los asistentes tan peculiar episodio, sus posibles motivaciones y sus consecuencias. Ian Larri había escrito en 1931 la utopía El país de los felices, que establece un contrapunto con la distópica Nosotros, de Evgueni Zamiatin, a la vez que reivindica y relanza el género fantástico-social, que había sido desterrado de la literatura soviética hacia fines de los años 20. Comunista convencido, Ian Larri interviene en el debate político con obras utópicas y de ciencia ficción para abordar cuestiones de candente actualidad. Este último punto guiará nuestra reflexión: el género utópico y su vinculación con el poder político.