Tamorlán (1336-1405) fue un líder que impulsó la adaptación a una nueva forma de economía y organización que pasó de ser esencialmente brutal y nómade, a fusionarse con una cultura sedentaria con base en Samarcanda, ciudad que ya era un nudo de caminos en el comercio de la seda y se convertirá en cabecera del amplísimo territorio timúrida. Teniendo como fuente principal la Embajada a Tamorlán de Ruy González de Clavijo, indagaremos acerca de este ajuste cultural que necesariamente se produjo por esta nueva relación con el ecosistema. Describiremos el escenario de dependencias entre los conquistadores, los habitantes y la tierra en un período de profunda transformación. El enfoque ecocrítico puede aportar una nueva forma de articular aspectos que han sido examinados de forma aislada hasta ahora: la relación entre el hombre, el ambiente, la alimentación, las platas y animales, el agua, el suelo, el clima. Como postulados necesariamente especulativos, por el momento, expondremos tres aspectos fundamentales:

1. Descripción de las relaciones de dominación militar y política con centro en la tierra y la producción.
2. Justificación del concepto de “sobrevivientes ambientales” para los pueblos conquistados.
3. Evaluación del término “justicia ambiental” para referirnos a la gestión de Tamorlán.