En sus ensayos de la década de 1920 Borges plantea algunas concepciones yreformulaciones que dialogan y polemizan con las dos tradiciones de pensamiento queconstituyen y caracterizan a la cultura argentina desde el siglo XIX, y con variacionesperduran en los debates del siglo XX, sintetizadas en la contradicción sarmientina entrecivilización y barbarie. Esta contradicción expresa la condensación de una serie deconflictos ─entre criollismo y modernidad, lengua nacional y lengua extranjera, culturapopular y cultura letrada─ que trascienden la obra de Borges, pero que al mismo tiempoestán presentes en ella; aunque su obra no es reductible a esta contradicción (no sería justodecir que es "el mejor escritor del siglo XIX"), es innegable que Borges y una parteconsiderable de sus textos están permeados por esta problemática. En este sentido, en estetrabajo pretendemos rastrear y recomponer esa antinomia en sus ensayos criollistas de losaños 1920. Anticipemos que en ellos hay una lectura de las dos vertientes de la tradiciónnacional que reformula la oposición entre civilización y barbarie: en primer lugar, Borgesencuentra su articulación fundamental en la oposición entre criollismo y progresismoeuropeísta, es decir, traduce esa contradicción en el par de términos criollismo yprogresismo; en segundo lugar, por momentos hace una reivindicación de la barbarie a lapar de un cuestionamiento de la civilización; por último, plantea dicha antinomia como undilema y, en consecuencia, cree que es posible elegir entre la civilización y la barbarie. Másaún, no solo se puede optar entre ambas, sino que, según Borges, lo que distingue a labarbarie de la civilización, y también lo que vuelve posible la oposición misma, es laposibilidad de elección, posibilidad que implica el concepto de libertad de forma constitutiva.