Diversos aspectos de la obra de David Viñas han sido estudiados detalladamente, pero una de sus facetas sólo es aludida como tarea complementaria: sus colaboraciones en los medios masivos. No me refiero a los numerosísimos artículos publicados en revistas culturales o relacionadas con el ámbito académico-universitario como, por ejemplo, Centro, Contorno, Casa de las Américas, sino a las intervenciones en medios de perfil más periodístico como El periodista de Buenos Aires y los distintos momentos en Página/12. Reconocido hasta por sus más persistentes detractores como un intelectual polémico, pero insoslayable, Viñas fue construyendo su imagen, también, a partir del diálogo permanente y cotidiano con la coyuntura política. Sus columnas en distintos medios periodísticos dan cuenta de eso.

A partir de las colaboraciones publicadas en Página/12, planteo una relectura del Viñas periodista. Mejor dicho, de Viñas intelectual en el periodismo. ¿Cómo plantea la tarea intelectual en los distintos momentos que atraviesa la historia política del país? ¿Cuánto de sus planteos en los años ’90 se mantienen en pleno siglo XXI? En numerosas ocasiones, Viñas habla de lo que implica ser un intelectual crítico, de la necesidad de evitar  “todo tipo de cooptación”, como él mismo solía repetir.

En un momento en el que la tarea intelectual merece ser replanteada, revisar el derrotero de uno de las figuras intelectuales más insoslayables que hemos tenido en nuestra facultad nos ayudará a repensar nuestra propia tarea como docentes, investigadores y lectores de la realidad que nos circunda.