El trabajo se propone abrir un doble espacio de reflexión sobre la dimensión epistemológica de la Literatura y el lugar que ocupa en esa dimensión la Educación como soporte necesario para sentar bases de cualquier forma de expresión. Esa reflexión es analizada en el ámbito de la cárcel. En ese contexto, una de las fábricas de la realidad hay un evidente y fluido diálogo entre Literatura y Educación. La ponencia busca iluminar los destellos de ese diálogo que enmarca fielmente la palabra reflexiva compartida y colectiva de dos instituciones.

El relato escrito por la suscripta que se titula “La China. Norita y yo” (Bosio, 2022) publicado en el marco del taller “Relatos de Segunda”, dependiente del Programa de Extensión en cárceles de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y, que narra una escena pedagógica que transcurre en un pabellón de la unidad IV de mujeres del Complejo penitenciario de Ezeiza, sirve de disparador y excusa para reflexionar sobre el despliegue de las fronteras de la Literatura y su estatuto literario para poder entender la vigente vitalidad del arte literario.