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Las voces maternas han sido mayormente subestimadas, descartadas de la literatura canónica argentina, y en los escasos textos donde éstas emergen suelen aparecer estereotipadas, bajo las formas estereotipadas del rechazo al espacio doméstico y de crianza de los hijos, de la idealización o del fracaso en las tareas de cuidado (Domínguez, 2007). En contraste con estas representaciones, en la actualidad pueden rastrearse ficciones que proponen manifestaciones alternativas de esas voces, configuradas como narradoras legítimas que a partir de procedimientos literarios reformulan el imaginario en torno a la maternidad. En ese sentido, la presente ponencia se propone reflexionar sobre dichas estrategias en la novela Partida de nacimiento (2011) de Virginia Cosin, focalizando en el extrañamiento de la percepción de los espacios cotidianos y la inestabilidad de la individuación del sujeto narrador, tanto a nivel de la enunciación -la voz de la madre  en relación a una tradición familiar de crianza- como a nivel físico -la frontera entre los cuerpos de la hija y la madre que se vuelve porosa-. De esta manera la maternidad propulsa efectos transgresores sobre el registro habitual de la corporalidad, lo que a su vez exigirá nuevas maneras de narrar, convirtiéndose en una experiencia relevante tanto política como estéticamente.

maternidad; narración; corporalidad; representación; política