En el Uruguay, la enseñanza artística universitaria surge en los años sesenta, y con una interrupción de doce años por la dictadura cívico-militar (1973-1984) continúa sus actividades, que si bien son reconocidas en el medio no han sido sistematizadas. Se basa en un curriculum productivo y en el método activo; el estudiante desarrolla su mirada estética a  través de la producción, en talleres de libre orientación estético-pedagógica. Pero tomando en cuenta que el artista no se forma necesariamente en una institución educativa, y en el país existen varios ejemplos, suponemos que la formación del artista visual no se configura necesariamente en el encuentro de un profesor-artista, un estudiante y un saber a a enseñar, sino que se realiza fundamentalmente en y con la producción de imágenes y en diálogo con dos tradiciones, la  del arte (como discurso emergente de un campo discursivo social e histórico) y la de los modelos de enseñanza artística. Por lo que consideramos que existen efectos significativos en el diálogo con la imagen que marcan fuertemente el trayecto formativo en el plano de la producción artística.

Por lo que nos preguntamos por el lugar del saber del arte en el trayecto formativo del estudiante de arte visual, apuntando a revisar algunas claves conceptuales sobre la constitución del saber del arte desde un enfoque hermenéutico, y discutirlas con respecto al plano productivo. Para ello, abordamos teóricamente: el sentido de tradición en la enseñanza artística, el estatuto epistémico de la imagen artística, la formación como subjetivación, y a través de modelos triádicos  didáctico y pedagógico, discernimos el lugar del saber del arte y sus alcances actuales. Esta apertura nos permite situar la relación del estudiante y el saber del arte a los efectos de establecer un territorio para la investigación didáctica en arte.