El control de cambios constituyó una herramienta de política económica para la racionalización de divisas en el contexto del impacto de la crisis de 1930. Medidas que en principio se presentaron como transitorias y de emergencia serían heredadas por las administraciones posteriores y rediseñadas con fines de más vasto alcance. Durante los dos primeros gobiernos peronistas (1946-1955) el control de cambios se presentó como una herramienta clave para la transferencia intersectorial del ingreso así como una política de promoción industrial en el marco de la profundización de la industrialización por sustitución de importaciones orientada al mercado interno. No obstante, un análisis que contemple tanto la enunciación como la implementación de la política pública deberá ponderar los obstáculos que se presentaron entre el conjunto de acciones que pretendieron transformar las intenciones en resultados observables.  Este trabajo parte de la concepción de política pública como un proceso decisional complejo caracterizado por la interacción entre múltiples actores (gobierno, burocracia, empresarios, académicos y  partidos políticos) que inciden sobre los contenidos, la selección de los instrumentos para alcanzar los objetivos y la implementación de las políticas. Se prioriza una mirada que contemple los alcances y límites de la política del control de cambios en tanto que se pretende un análisis que trascienda la mera enunciación de la política cambiaria para estudiar su implementación efectiva sobre los sectores productivos así como el grado de acatamiento, negociación y presión por parte de una multiplicidad de actores locales e internacionales.